Perdón, según el Diccionario de Lengua Española, es la acción o resultado de perdonar; es decir, es un acto completo y total de generosidad, comprensión y empatía por parte del individuo que perdona, hacia la persona que cometió la falta.
El poder del perdón, radica en dejar atrás cualquier resentimiento, rencor y dolor. Nos permite experimentar una libertad emocional que solo se concede una vez que la ofensa es dejada atrás.
Para experimentar el perdón podemos realizar las siguientes actividades:
- Practicar la empatía, es decir, ponerse en el lugar de la otra persona y ver la situación desde la forma en que esta lo haría.
- Identificar el motivo que llevó al ofensor a cometer la falta.
- Reflexionar sobre tu comportamiento, ¿te comportarías de la misma manera en situaciones similares?
- Practicar la oración por la persona que nos ofendió, puede ser el punto de partida para experimentar un perdón verdadero y genuino.
La persona ofendida, cuando perdona, es quien más se beneficia, pues se convierte en una mejor persona, creando de esta manera un mejor entorno y un mundo más humano donde vivir y desarrollarse.
El Perdón desde la fe
Si queremos buscar a Dios y estar cerca de Él, solo podremos hacerlo si dejamos de un lado nuestros rencores y resentimientos hacia los demás.
Para experimentar el perdón, debemos reconocer que también nosotros hemos ofendido y nos han perdonado; por ello, desde la oración del Padre Nuestro, encontramos palabras que nos hacen reflexionar sobre el perdón: “… perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden…”.
Desde mi experiencia, durante el bloque espiritual de la hora de la victoria del Club 5am de Latinoamérica, he encontrado un espacio para alcanzar mayor plenitud, paz y experimentar compasión y amor. El perdón desde la fe no es un sentimiento frugal, sino, un don que viene de Dios, puesto que nace del amor que experimentamos en nuestro interior.
Jesús, dejó a través de las escrituras, enseñanzas que invitan a experimentar este don: Entonces se le acercó Pedro y le dijo: “Señor, si mi hermano peca contra mí, ¿cuántas veces debo perdonarlo? ¿Hasta siete veces?”. Jesús le dijo: “No te digo que, hasta siete veces, sino, hasta setenta veces siete” (Mt. 18, 21-22).
El perdón nos ofrece los siguientes beneficios:
- Una vida más tranquila, con menos ansiedad.
- Más alegría y menos tristezas.
- Mejor saludad mental, disminuyendo la posibilidad de experimentar depresión.
- Mejor salud corporal.
- Mejores relaciones con las personas de nuestro entorno.
¡Regalate la oportunidad de perdonar y pedir perdón!
4 respuestas
Que interesante! De verdad que lo primero para perdonar a otros debemos de empezar por nosotros mismos. Sanar esas heridas que venimos trayendo del pasado, para así empezar nuestro cambio mental, emocional entre otros. Maravillada por estar entre tanta creaciones de Dios como lo es este club y sus integrantes.
Así es Carolyna, muchas veces dejamos lo dejamos pasar por alto y seguimos culpándonos a nosotros mismos y considero que saber perdonarnos es un punto de partida de crecimiento personal también. Gracias por leer 🙂
Muy buen escrito sobre el perdón ? ❤
Gracias Cristiam Mayerly
Gracias por leer <3