Sin duda, queremos hacer de nuestra vida una experiencia increíble, llegar a la cima y desde ese majestuoso lugar contemplar con plenitud el recuento de un legado grandioso. En un inicio pretendía ser la figura estelar en cada uno de los roles que vivía. En otro momento mi búsqueda estaba enfocada en vivir experiencias lujosas y extraordinarias; sin embargo, todo esto no llenó el vacío que tenía dentro, solo me dejaba vivencias y emociones pasajeras.
La plenitud la descubrí, al acercarme más al camino espiritual, con lo cual, la vida se vuelve increíble y cobra más sentido la autenticidad del corazón.
La satisfacción personal solo dura un corto tiempo y, por el contrario, la plenitud es encontrar la verdadera vocación del espíritu, es permanecer en estado de gracia cuando no necesitas nada más, sino que estas en balance perfecto de no deberle a nadie, y que a su vez ninguna persona te deba nada y en especial cuando estás en paz y equilibrio contigo mismo.
En esos preciados momentos que he logrado encontrar atisbos de plenitud, hallé una gran fuente de poder en mi interior, ahora irradio alegría a mi alrededor, disfruto de la serenidad, hago sentir a mis amigos y familiares valorados, reconocidos y me complazco de lo bien que nos sentimos en fraternidad.
Encontré la plenitud estando al servicio de los demás, en vez de pensar en el éxito personal. Ya no me afecta el dolor propio, sino que me conmueve el ajeno y deseo las cosas que realmente vale la pena desear.
No me enfoco en conquistar o luchar, más bien me rindo a una llamada del destino y hago todo lo necesario por atender el problema que tengo por delante. He dejado de un lado la ambición y doy prioridad a atender las relaciones personales. Estoy al servicio de una causa que es mayor que mí mismo. Quiere decir que puedo vivir de manera plena mientras me encuentro subiendo la montaña.
En cualquier ascenso llegar a la cima no está garantizado, así como el éxito, el premio al mérito o el primer lugar. Contemplar el camino lleno de alegría y compartir lo bonito de esta vida al servicio de los demás es la plenitud pura.
2 respuestas
Leo, felicitaciones por ese escrito tan lleno de vida, tan inspirador, tan pleno de reflexiones que invita a quien tiene el gusto de leerlo, a meditar sobre nuestro objetivo en esta convulsionada vida. Un ejemplo a seguir
Muchas gracias Dr. Pastor Pérez por su comentario. Compartimos los dos esta filosofía. Me da mucho gusto que fue de su agrado este blog.