Cada madrugada al despertar, lo primero que hago, es conectarme conmigo mismo, agradecer y escuchar mi interior, realizando un viaje de introspección diaria. No conozco un camino más directo de autoconocimiento que el mindfulness o la meditación, que es simplemente estar en el presente.
En la actualidad, vivimos aturdidos por muchos distractores como mensajes, correos, llamadas, sonidos, imágenes, etc., y con frecuencia necesitamos un détox de todo esto. Una de las prácticas sugeridas para esto, es el mindfulness, el cual consiste en sentarse, con la espalada erguida, en silencio y quietud. Simplemente es tomar conciencia de nuestro cuerpo y seguir el ritmo de la respiración. Te recomiendo hacerlo a diario para que se convierta en un hábito.
La forma en que yo practico el Mindfulness, es pronunciando conscientemente una sola palabra, que borre todas las demás de mi cabeza, que muchas veces son demasiadas. Al estar consciente del aquí y del ahora, he aprendido a estar quieto, a actuar con más tranquilidad y llevar una vida llena de plenitud.
Los seres humanos actuamos con rapidez porque normalmente nuestra atención siempre está puesta en lo que viene después. Por ejemplo, tengo que lavar rápido el auto para llevar a los niños a la escuela y luego irme al trabajo. Entonces la vida se convierte en una carrera continua de obstáculos. En cambio, estar presente nos invita a no pensar en lo siguiente que tenemos que hacer, sino, a permanecer concentrados en lo que estamos haciendo ahora.
Cuando estás presente en lo cotidiano y pones atención a cualquier actividad que realizas en silencio, observas lo que hay en tu interior. Al hacerlo, logramos conocernos más a nosotros mismos, aprendemos a escuchar, a construir, a experimentar la espiritualidad, a practicar el amor y entregar un poco de lo que somos y tenemos. Todo lo expuesto anteriormente, apunta a la búsqueda del autoconocimiento ya que sin esto todo lo demás será superficial y no nos construirá.
También debemos practicar el silencio, que es la escucha del sonido del mundo y es ahí donde está el verdadero desafío, porque para aprender a escuchar debes “quitarte de en medio”, trabajar el espíritu y desencontrarse. Esto puede parecer difícil, pero no lo es si lo empiezas a entrenar.
Todo lo anteriormente mencionado, resumen lo que es el mindfulness, justamente un entrenamiento para “no ponernos en medio continuamente”. Entonces, ¿Qué hacer? La respuesta es no hacer. Se ha inventado el mindfulness y la meditación porque no sabemos estar sin hacer nada.